Cuando a la edad de 18 años el joven Joan Miró pasó de vivir en Barcelona al pueblo de Mont-roig del Camp (Tarragona), enfermo de fiebre tifoidea, no sabía que el traslado calaría tan hondo y que lo llevaría a un nivel impensable en su carrera de artista. No en vano, sirvió para que pudiese levantar cabeza y olvidase las angustias que pasó en su etapa de aprendiz de escribiente en la capital catalana.
Mont-roig marcó un antes y después de su carrera artística hasta el punto que solía remarcar que “Todo lo que sé lo aprendí en Mont-roig”. Sin duda, toda una declaración de principios y de amor por este pueblo de las comarcas tarraconenses.
Sus tierras rojizas, los cultivos de olivos y algarrobos, las formas esféricas de las calabazas, los detalles de los higos chumbos, las calles del pueblo, los animales de las masías, el trato diario con sus gentes, el mar tan cercano, cundieron en lo que sería el inicio de la transformación del genio.
Sala del Centre Miró con las tomateras en la que se inspiró para crear sus estrellas
El joven Joan se instaló en una masia que sus padres habían adquirido un año antes y que fue propiedad del marqués de Mont-roig. Está masía, aun hoy en pie (aunque no está abierta a la visitas) sirvió para que Miró entrase en contacto con un mundo desconocido para él: el campo catalán. Así que cada año decidía pasar largas estancias en estas tierras, incluso cuando en 1921 decide aventurarse a ir a París para entrar en contacto con el centro mundial del arte, Miró volvería a pasar los veranos en esta tierra que tanto había cundido en él. A mediados de los 50 del siglo pasado, Miró decide instalarse en Mallorca pero, nuevamente, no olvida el pueblo del Baix Camp y desde San Juan hasta San Miguel regresa a su pueblo.
Así pues todos los amantes del arte mironiano tienen una cita con Mont-roig. En este pueblo se puede visitar el Centre Miró que desde el 2004 ocupa la iglesia vieja de la población. Allí se pueden contemplar copias de las obras que Miró pintó sobre Mont-roig, Colldejou i Pratdip. También hay el tapiz original "El llangardaix de les plomes d'or" (El lagarto de las plumas de oro) que diseñó juntamente con el artista de tapices Josep Royo (de ellos dos era el enorme mural que recibía a los visitantes de las Torres del Wold Trade Center y que se perdió irremisiblemente en el atentado del 11 de septiembre de 2001), así mismo en una mini sala audiovisual se puede ver un documental sobre la vida y obra de Miró.
Entrada del Centre Miró de Mont-roig
También se puede entrar en contacto con el mundo del artista con los gigantes y cabezudos mironianos que son una delicia para los más pequeños y con las explicaciones que pueden llegar a sorprender como las formas redondas que recuerdan las calabazas propias de la zona, las estrellas mironianas que en realidad son los cruces superiores de las cañas de las tomateras, el porqué de cada color, etc.
Tapiz El llangardaix de les plomes d'or i los gigantes i cabezudos mironianos
En el Centre Miró se puede obtener la información necesaria para seguir la ruta de los itinerarios 3MR (Mirar, Miró, Mont-roig) que marca los puntos donde el artista colocaba el caballete para realizar sus cuadros. Son en total nueve localizaciones, indicadas por un triángulo rojo, que permiten al visitante visionar aquellos paisajes que Miró dibujó en su juventud. Aun hoy por hoy mucho de estos lugares son totalmente reconocibles.
Alguno de los puntos de la ruta 3MR
Mont-roig. San Ramon (1916)
Mont-roig pueblo (1916)
Playa de Mont-roig (1916)
La Masia (1921-1922)
Pueblo e iglesia de Mont-roig (1919)
MAPA DE SITUACIÓN
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Enviado por brucelee2000 el Sabado, 19 de Septiembre de 2009 a las 01:38:50 (4532 Lecturas)[ Administración ]
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