El grupo Buggles profetizó el popular “Video killed de radio star” (el video mató a la estrella de la radio), al parecer el afán asesino de la tecnologia no se conformó con acabar con la estrella de las ondas herzianas y sino que se lo pregunten a los londinense ya que si poco a poco ha ido desapareciendo del panorama habitual de la ciudad los conocidos buses routemaster, ahora parece que el turno le llegó a las no menos populares cabinas telefónicas, y es que cerca del 90% de habitantes de la capital de UK ya tienen un teléfono móvil y las cabinas han pasado a ser un mero y caro aparato decorativo para la British Telecom. Así pues, igual se tendrá que poner al día la letra de la canción con un “el móvil mató a las cabinas telefonicas rojas”.
Esta famosas cajas rojas telefónicas fueron diseñados en 1924 por Gile Gilbert Scott, que entre otras cosas, también diseño una central eléctrica a orillas del Tamesis y que actualmente es la sede del museo más cool de Londres, el Tate Modern. Al parecer, Gile hizó construir las cabinas en color rojo para que estás fueran fácilmente distinguibles. Con el tiempo, las cabinas pasaron a formar parte de los múltiples iconos mundiales de la ciudad del Tamesis, autobuses rojos de dos plantas, los famosos taxis negros (hoy ya tuneados a múltiples colores), el Big Ben, el Puente de la Torre, etc... aunque eso no ha servido para el afán por reducir costes de la compañía telefónica inglesa diese marcha atrás, y es que aunque la compañía se escude declarando que no son aptas para los niños o para los ancianos debido al peso de la puerta, o a que la ventilación no está lo suficientemente conseguida, lo cierto es que el coste de mantenerlas es el principal causante de esta crisis, y no hay para menos, ya que al parecer se han reducido en más del 50% las llamadas efectuadas desde las cabinas rojas y las pérdidas año a año van creciendo exponencialmente.
Hoy en día, las cabinas o bien están vacias, o bien son simples iconos para fotografiarse.
Grupos de seguidores han inundado a cartas la central de B.T. Mostrando su enfado con tal decisión. Aun así, desde principios del nuevo siglo ya se han retirado cerca de 30.000 cabinas y al parecer en breve puede haber más “jubilaciones forzadas”. Por eso hay quien no ha podido resistirse a la eliminación. Tal es el caso del conocido cantante Tom Jones que compró la cabina de delante de su casa para trasladarla hasta su mansión californiana de Los Ángeles. Sobra decir que estás cajas rojas no son baratas ni mucho menos ya que el precio de la más antiguas, modelo K2 ronda las 8.500 libras, por contra, las K6 “sólo” cuestan 4.500 libras esterlinas.
¿Así pues, perderemos de vista totalmente a estas viejas reliquias de la comunicación? Al parecer, no del todo ya que B.T. Accederá a conservarlas si se paga una tarifa anual de 500 libras por cada cabina. En el caso de que se quiera mantener la cabina con linea telefónica incluida, pero en estado telefónicamente no operativo sólo se deberá pagar poco más de una libra... de momento.
Lo que faltaba. Un móvil con forma de cabina telefónica.
Esperemos que los ayuntamientos u entidades británicas accedan a pagar las tarifas o bien nos tendremos que ir haciendo la idea de que en un futuro la típica foto desde una de las cabinas rojas ya habrá pasado a la historia.
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Enviado por brucelee2000 el Viernes, 23 de Abril de 2010 a las 18:01:52 (3169 Lecturas)[ Administración ]
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