El pasado martes 14 se cumplieron los primeros 100 años de la partida de la expedición británica que al mando del capitán Robert Falcon Scott intentaba llegar al Polo Sur. Un viaje tristemente marcado por el fracaso, ya que el noruego Ronald Amundsen plantó la bandera de su país en el centro del Polo sur antes que Scott y los suyos llegasen, y por el trágico final de la expedición británica que acabó con la muerte de los cuatro componentes derrotados por el cansancio, la falta de viveres y unas terribles condiciones climáticas que hicieron de este viaje una auténtica odisea polar.

En enero de 1929, Georges Remi, “Hege” creo un peculiar personaje de cómic. Se trataba de un joven reportero de “Le Petit Vingtième” que acompañado de su inseparable mascota, el perro Milú, acabaría siendo la envidia de todo viajero ya que visitó infinidad de países (algunos de los cuales inventado para esquivar posibles conflictos), y llegó a pasearse por el espacio y la luna, avanzándose así a las vacaciones espaciales que últimamente se está poniendo de moda entre los turistas más adinerados.

Tintín es el viajero total. Visitó desde la Rusia de los soviets hasta la América de la mafia, pasando por paisajes tan diversos como el Congo, la China, Japón, diferentes ciudades europeas, desiertos africanos, la cordillera del Tíbet (donde se encontró con el famoso Yeti), el Océano Ártico, Egipto, o América del Sur, entre otros muchos destinos.