Fotos y Texto: Nuria Hernández García
Myanmar es un país que realmente sorprende, por sus gentes, por sus paisajes, por sus pagodas, por su amabilidad, por su sonrisa abierta y sincera...
Este año he elegido Myanmar como destino de vacaciones. Ha sido algo inolvidable, he estado alli 24 días, a continuación os relataré a modo de diario unas cuantas jornadas para que podais imaginar lo estupendo que fue todo.
Día 1 de Julio: salimos de Madrid con destino Yangon a las 12.30
Día 2 de Julio: después de 18.30 horas de viaje llegamos al aeropuerto de Myanmar y al bajarnos del avión percibimos un olor peculiar. Al salir a la calle sorprede ver a mujeres y niños con la cara, y a veces, el cuerpo manchado con una pasta amarillenta . Después de varios días te acostumbras a verles con la tanaka, nombre de esta pasta. Se supone que te refresca y te protege del sol. Algunas mujeres también llevan los labios pintados de rojo, lo que les da una apariencia de espectro. Este mismo día salimos a dar una vuleta por la ciudad, vimos el barrio chino, las pagodas Zule, botathaung y la magnifica swedagon. Y por la noche después de probar algunas cosillas en los puestos callejeros no fuimos a comer a una comidería, descubrimos que la comida esta MUY RICA!!
Dia 3 de Julio: por la mañana entramos en la pagoda Swedagon, a su alrededor hay numeroso templos (de gran belleza todos) donde se va a rezar, a hacer ofrendas, rituales,... Y por la tarde tomamos el Dagon Man Expreso hacia Mandalay. Hay que decir que el compartimento no era muy grande y estaba bastante sucuio, no obstante toda una experiencia viajar durante 18 horas por estas tierras acompañada de 2 "lugareños". Aqui descrubrimos la amabilidad de estas gentes que sin saber a penas inglés se desvivian por hacerse entender y mantener con nosotros un diálogo. En una parada a medio camino nos invitaón a huevos cocidos, fruta y te. Por el camino cuando nos acercábamos a los pueblos la gente se subia en marcha a l tren o se tiraba desde el techo al suelo. Las vistas de los arrozales fueron magnificas. Durante todo el trayecto las gentes nos iban saludan, siempre con una amplia y sincera sonrisa.
Día 4 de Julio: a la llegada a la estación se acercaron varioas niñas para pedirnos unas flores que llevamos colgadas de la mochila y que noshabían dado en el aeropuerto a nuestra llegada. Después de descansar un poco hicimos un recorrido por la ciudad y nos dirigimos al muelle para tomar un barco hacia Minún. El río Ayeyarwady es un río vivo, hay pequeñas embarcaciones que transportan una especie de algas. También pudimos ver en el embarcadero de Mingun balsas de bambu que transportan río abajo troncos de teka artada en la parte sumergida. Sobre la balsa se construye una pequeña "Choza" para vivir allí y vigilar la madera. Al llegar a Mingun nos asaltó una chiquillería vendiendo cosas: abanicos de sándalo, longys, gorros, marionetas,.... Es realmente agobiante, te preguntan el nombre "tu nuria, yo Tete, yo hermana ¿tu sabes?"Como no les compras te acompañas tapándote con un paraguas y dándote aire y repitiendo continuamente "luego-luego" Visitamos la pagoda inacabada, el templo Myantheintan Zed y la campana de Mingun. como lugares sagrados tuvimos que descalzarnos y el suelo quemaba horrores. Por la tarde visitamos el Palacio Real y el monasterio Shwenandaw Kyaung, construido con madera donde los niños monjes no pedian caridad sino "money-money" o "one present for me" Después fuimos a ver atardecer a la colina de Mandalay, allí los jovenes se acercaban para para que les hablaras de tu país y les enseñases unas palabras de castellano. Por la noche, después de cenar, salimos a dar una vuleta por los alrededores del hotel, al vernos un hombre que iba en bicicleta se paró para hablar con nosotors. Es curisos ver como se esfuerzan por hacerse entender: un poco de birmanao, mucho inglés y sobre todo muchos , muchos gestos.
Día 5 de Julio: Salimos por carrtera hacia Monywa, el viaje fue muy interesanta y devertido. Vimos como se talla (los hombres) a mano las estatuas de mármol (las mujeres se dedican sólo a pulirlas). Después de mucho regatear compramos algunas cosillas de mármol y otras de bronce. Seguimos hacia Amarapura, en cuyo monasterio viven unos 2000 monjes.Y continuamos haciendo una para en el puente U-bein, es el puente de teka más largo del mundo, unos 2 km de longitud. De camino a Monywa vimos cientos de pagodas. Hicimos una en una pequeña aldea (no recuerdo el nombre) donde debe seer que ven a pocos turistas porque salían de todas partes a vernos, eramos como una atracción. Siempre te saludaban con hello, mingalarbar, con una inclinación de cabeza y una enorme sonrisa.
Día 6 de Julio: Por la mañana salimos hacia la colina Po Win, tuvimos que coger el ferry para cruzar el río Chindwin. En esta colina se han excavado numerosas pagodas budistas, es un lugar realmente insólito y espectacular. En el interior de las cuevas hay numerosas tallas de Buda y magníficos frescos en buen estado de conservación. Aqui debe ser que me vieron muy blanca y me pusieron en la cara tanaca para que no me quemara con el sol. Regresamos al hotel después de dejar el ferry en rikshan. Por la tarde visitamos una verdadera plantación de Budas, los había a miles en Monywa y como lo representan con el paraguas blanco parecían setas. Subimo s ver el Buda reclinado y aqui de nuevo comprobamos el encanto de sus gentes, allí espontáneamente nos cantaron y bailaron canciones del país y en su interior rezaron por nosotros. Nos daban la mano a la vez que nos agradecían nuestra visita.
Día 7 de Julio: Por la mañana visitamos el mercado de Monywa antes de ponernos en camino hacia Ava. Aqui llegamos despuiés cruzar el río y tomar una carreta de caballos. La verdad es que poco queda de la capital, sólo una pagoda, una torre y un gran monasterio de teka, pero la vistita merece la pena no cabe duda.
Días 8, 9: llegamos a Bagan desde Mandalay por barco. Impresionante el lugar, aqui todo es espectacular y no hay que perderse las puestas de sol desde cualquiera de sus pagodas o templos. Visitamos los templos Htilominlo, Ananda. Okkyaung, Damayangyi, la pagoda Shwezigon, .... Todavía hoy, ya en casa, me estremezco al recordar un lugar de tanta belleza.
Día 10: excursión hacia el Monte Popa, lugar que habitan los "nats", espiritus protectores de la naturaleza. Esta erigido en una de las fumarolas laterales de un volcán extinguido. Desde su cima a 1500 m. tenemos una vista espectaculares de su entorno. Hay que subir descalzos, rodeados de monos por una escalera empinada pero de fácil acceso. Día 11: seguimos visitando Bagan: sus templos, pagodas y el mercado.
Día 12 de Julio: Dejamos el estado de Shan y llegamos a Kalaw Día 13: recorrido a pie por las minorías Palaung. Fue un trekking agradable de unos 17 km donde pudimos visitar varias aldeas. Tuvimos muchas suerte ya que en el ascenso no nos llovió nada y pudimos hacerlo con tranquilidad, sólo después de comner cayeron algunas gotas que no nos impidieron disfrutar del paisaje.
Día 14: Salimos de Kalaw para dirigirnos a Pindaya. Por el camino paramos en una fábrica de parasoles y por la tarde subimos a la cueva "de la araña" que alberga 8000 Budas.
Día 15: Empezamos otro trekkig, este la verdad es que fue muy duro, transcurría en un zona de minorías Palaung con muchas subidas, piedras y barro, tuvimos la mala suerte de que nos lloviera y el suelo escurrí y la arcilla se quedaba pegada a las botas lo que hacía que pesaran un quintal. Hicimos noche en un monasterio del pueblo, como llovía tanto las mantas y colchonetas del suelo estaban húmedas. Por la noche tuvimos una pequeña fiesta que nos prepararon los "lugareños" estuvieron cantando y bailando con nosotros.
Día 16: dejamos Pindaya y nos vamos en barco a Inle. Día muy relajado, navegando recorrimos varias aldeas, jardines y huertas flotantes...
Día 17 y 18: Días de visitas: mercado del pueblo Taung To, fábricas de seda, de forja de puros,.. Pudimos descubrir como vive la gente, todo era muy trival. Es curioso ver como aqui se rema de pie apoyando el remo en un pie y moviéndolo a golpe de cadera.
Día 19: Nos vamos al aeropuerto de Heho para tomar un avión que nos lleve de nuevo a Yangon. Por la tarde dimos una vuelta pera comprobar que la gente aqui sigue siendo amaravillosa, amable a ma´s no poder.
Día 20: Salimos hacia la Roca Dorada, descubrimos el monzón que no se había presetnado hasta ahora. Como tuvimos que subir a la montaña en camión nos empapamos hasta los huesos. Y después de todo el esfuerzo al subir aquellas interminables cuestas no pudimos ver hada, había demasiada niebla.
Día 21: De vuelta a Yangon hicimos parada en Bago, visitamos la Pagoda Shwe Maw Daw, la más lata del país, la de Shwe Tha Lyaung con su Buda reclinado y la de Kyaik con 4 Budas sentados. Se nos estropeó el autobús (cosas que pasan sin importancia) y nos tuvimos que quedar a las afueras del pueblo mientras que lo arreglaban. La verdad que que no fue mala sino buena suerte este sucesoya que nos permitió seguir contactando con la gente. Te miraban, saludaban e invitaban a tomar te en sus pequeñas teterías.
Día 22: Volvimos a recorrer Yangon, queríamos retener en nuestras retinas este lugar tan asombroso y al que probablemente no volveremos a ver.
Día 23 de Julio: Por la mañana nos gastamos los ultimos Kyats en el mercado y comimos por ultima vez en las comiderías de esta ciudad. Y por la tarde nos trasladamos al aeropuerto. ¡HA SIDO UN VIAJE REDONDO! (p)
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