Pontevedra es un espejo de piedra y agua en el que se reflejan los colores de la naturaleza. Invierno, primavera, verano y otoño se suceden de un modo armonioso, sin estridencias, con sus singulares características realzadas por el lienzo pontevedrés.
El centro histórico de Pontevedra es uno de los más importantes de Galicia, y abarca la zona que se encontraba intramuros, tras las siete puertas de la ciudad medieval. Es peatonal, y tanto su planta como su trazado invitan a pasear por sus calles. En él encontramos no menos de trece plazas, cuyos nombres nos recuerdan la intensa actividad comercial de esta antigua ciudad: las plazas da Verdura, da Pedreira, da Leña o da Ferraría son buen ejemplo de los oficios y mercados que aparecen en el callejero.
La riqueza monumental de Pontevedra surge de la combinación del granito gallego, con los afamados canteros de su comarca, y de la importancia de la ciudad a lo largo de los siglos. Pazos, iglesias, conventos, casas tradicionales, labras heráldicas, fuentes, cruceiros… todos ellos se suceden ininterrumpidamente a lo largo de sus calles y de plaza en plaza, donde pequeños tesoros esperan al ojo curioso.
Ruinas de Santo Domingo.
Las calles discurren por la ciudad desembocando en plazas y plazoletas, y allí donde se abre un espacio surgen fuentes, cruceros o jardines. Una de ellas es la da Ferraría, un gran espacio abierto y lleno de vida, asoportalado en sus caras norte y oeste y con jardines a los pies de San Francisco, en los cuales se encuentra una preciosa fuente de estilo portugués (s. XVI). La Praza de Méndez Núñez forma un rincón encantador, presidido por el impresionante magnolio de la casa blasonada el monumento a Valle Inclán.
Real Basílica de Santa María la Mayor.
En la confluencia de la Rúa Real y Marqués de Aranda podremos disfrutar la Fonte dos Tornos (s.XVI). En la Praza da Verdura y en Curros Enríquez encontramos originales fuentes de hierro del s. XIX.
En la Praza da Leña (foto superior) veremos un crucero (s. XVI o XVII) frente al edificio principal del Museo de Pontevedra, toda una referencia entre los museos provinciales de la Península, conforman sus edificios un espectacular conjunto de pazos, así como las Ruinas de Santo Domingo y el antiguo Colegio de los Jesuitas, donde nos encontraremos con unos fondos artístico-patrimoniales de primer orden. En la Praza da Pedrería nos encontramos con el Pazo de Mugartegui (ss. XVII-XVIII), precioso ejemplo del Barroco civil gallego.
Fuera del centro histórico podemos admirar los edificios oficiales del Ayuntamiento y la Di(**edit**)ción, ambos del s. XI, que, junto con el parque de la Alameda, los jardines de Viceneti y demás edificios del entorno, forman un conjunto digno de ver. Compartir:
Enviado por ilusionado el Jueves, 03 de Septiembre de 2009 a las 22:00:35 (6531 Lecturas)[ Administración ]
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