Roma. Pasado legendario. Historia en cada calle. Curiosidades en cada fuente, palacio o campo. Roma siempre eterna y llena de sorpresas por descubrir. Para los amantes de las rarezas o de aquello que sale de lo común Roma tiene un amplio catálogo que ofrecer. Roma nunca defrauda.
LA ROTA
Empecemos por los dominios papales. En el Vaticano muchas son las cosas inusuales que pasan inadvertidas. Una de ellas es la ventana de la rota en el Santo Spititu. El objetivo de esta ventana era salvar de la calle a todos lo niños no deseados nacidos en Roma que, al parecer, eran una barbaridad.
Ventana por donde eran acogidos los niños abandonados
Una de las curiosidades es que Martín Lutero quedó alucinado cuando visitó esta estancia hacia 1511 ya que creyó que todos los niños eran hijo del propio Papa.
LOS SECRETOS DE LA CAPILLA SIXTINA
Y seguimos en el Vaticano.
Miguel Ángel, gran maestro en el arte de la pintura se encargó de pintar el mural del Juicio Final en la Capilla Sixtina. En ese mural podemos observar algunas curiosidades.
En el retrato aparece Minos que fue pintado con unas orejas de asno. Y es que el rostro pertenece a Biagio da Cesena que actuó como piedra en el zapato del maestro mostrando su repulsa por los desnudos que aparecen en la pintura. Así que Miguel Ángel pasó factura a sus continuas intromisiones de esta manera.
La venganza de Miguel Ángel para con Biagio da Cesena
Pero el propio Miguel Ángel no escapa a su propio azote, y es que él mismo aparece pintado en la piel que sostiene San Bartolomé (santo que aparece a la izquierda de Cristo). Su rostro viene a representar su lucha interna por la fe.
Miguel ángel muy crítico consigo mismo
También es destacable el hecho de que nunca trabajo con féminas como modelos. Por eso las figuras de mujeres que aparecen en sus cuadros muchas veces destacan por una poderosa musculatura, como es el caso de las Síbilas, especialmente la de Cuma en el panel del techo.
Una Síbila muy masculina
GATOS ROMANOS
Pero vayamos a las calles de la capital italiana. Son famosos los gatos que pasean alegremente por los dominios del antiguo foro romano. Incluso se hacen calendarios con fotos de ellos, pero tal vez el más inmortal de los gatos es el propio que reside impertérrito en una de las cornisas de, como no podía ser de otra manera, la Via della Gata.
La Gata contemplando sus dominios
LAS ESTATUAS PARLANTES
Tal y como pasa en otras ciudades italianas como Venecia, por ejemplo, en Roma también hay el costumbre de tener “estatuas parlantes”. Las más conocidas son el Pasquino i Il Facchino. Estás estatuas servían (y sirven) como punto de crítica contra el poder del estado, de la iglesia y de cualquier miembro de la ciudad. Aun hoy pueden verse las cartas de protesta que se cuelgan en la estatua del Pasquino (que está cerca de plaza Navona y actualmente está en restauración). Il Facchino, o mozo de carga se encuentra en las paredes del Banco di Roma y es a su vez una fuente curiosa de ver ya que representa un mozo cargando con un barril.
La estatua del Pasquino es lo que queda de una antigua estatua helenística de mármol. En 1501, tras años de abandono por la ciudad, fue colocada en una esquina cerca de la tienda de un zapatero de nombre Pasquino. Este para expresar sus quejas en la inquisidora roma de los papas, escribía críticas que luego colgaba en la estatua. Al poco muchos vecinos hicieron lo mismo.
El Pasquino con las críticas de los vecinos pegadas a sus pies
Se dice que el Pasquino entrablaba conversaciones con otras estatuas parlantes como el Babuino (de la Calle del mismo nombre) y con el Marforio de la Via del Campidoglio (aunque hoy en día está en el Palazzo Nuovo).
LOS GAMMARELLI. 200 AÑOS VISTIENDO A LOS PAPAS
Gammarelli es, por así decirlo, la tienda oficial de los Papas ya que desde finales del siglo XVIII son los encargados de vestir a los nuevos Pntífices. Tan sólo Pío XII cambió de sastre y lo hizo porque ya había un sastre en su propia familia.
Los sastres, diseñadores, bordadores y modistos son los encargados de confeccionar tres hábitos papales de medidas diferente: tallas pequeña, mediana y grande, ya que, obviamente, desconocen la talla del pontífice que será escogido bajo el techo de la Capilla Sixtina. Es evidente que con visitantes de tan alto rango luego no les faltan clientes, y es que curas, obispos, arzobispos y resto de miembros de curia visitan las tiendas de los Gammarelli para confeccionar también sus monos de trabajo.
Escaparate de la tienda de Gammarelli
Así que si véis la luz en vuestra visita romana, no dejéis de visitar la tienda de los Gammarelli. Es mano de santo (nunca mejor dicho). Compartir:
Enviado por brucelee2000 el Viernes, 04 de Diciembre de 2009 a las 13:42:52 (10988 Lecturas)[ Administración ]
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