Santo Domingo de la Calzada “La Rioja tierra abierta”
El 3 de Abril se inaugura la cuarta edición de la exposición “La Rioja Tierra Abierta”, que se celebrará bajo el título ‘Pecado. Penitencia. Perdón’. Se trata de una iniciativa que potencia el Año Jubilar con motivo del 900 aniversario de la muerte de Santo Domingo.
La exposición tendrá como escenarios la Catedral de Santo Domingo de la Calzada, el Claustro y el Patio del Claustro, y contará con el apoyo del Museo Vaticano, que aportará algunas de sus obras de arte.
Con una duración de seis meses, ‘Pecado. Penitencia. Perdón’ abrirá sus puertas al público entre los meses de abril y octubre. Una parte importante del patrimonio artístico de Santo Domingo de la Calzada se está recuperando para la exposición.
La cuarta edición de “La Rioja Tierra Abierta”, que abarca un espacio de 3.500 metros cuadrados aproximadamente, utiliza como vehículos informativos las nuevas tecnologías y los sistemas interactivos. Uno de sus principales atractivos es la participación activa del usuario, que interactuará, a través de los elementos expositivos, en este encuentro entre historia y tecnología, espiritualidad y era digital.
Pecado. Penitencia. Perdón
Utilizando como instrumento las nuevas tecnologías y mediante sistemas interactivos, el visitante podrá realizar el camino que debe recorrer el cristiano para conseguir el jubileo y, de esta forma, la redención de todos sus pecados.
El visitante accederá a la exposición a través de una tarjeta electrónica que utilizará durante el recorrido de una manera interactiva.
La muestra cuenta con tres áreas bien diferenciadas: el Pecado, la Penitencia y el Perdón.
Área de Pecado
Etimológicamente, el término pecado tenía el significado de ‘olvido’, ‘dejar de lado’. Por eso, la soberbia es considerada el principio de todo pecado, porque con ella el pecador se aparta de Dios en sus acciones. El pecador olvida, abandona, a Dios y a su ley. Como Adán olvidó a Dios al dejarse guiar por la serpiente.
Instalada en un pabellón efímero en el patio del Claustro, el visitante se encuentra en un primer momento con el Árbol del Bien y del Mal y escucha varias audiciones que le indican que Adán y Eva son expulsados del Paraíso. A continuación, pasa por diversas instalaciones referidas a los siete pecados capitales y percibe qué son los pecados capitales. Una representación de San Miguel y el demonio recuerdan la lucha eterna entre el Bien y el Mal.
Posteriormente, el recorrido le lleva a vivir las sensaciones del infierno pasando por un tramo muy angosto en el que verá llamas, explosiones… como si del infierno se tratase. Al final de este trecho, podrá decidir si continúa avanzando por el recorrido y se podrá liberar del pecado original.
Área de Penitencia
Si no hay una naturaleza que nos obligue a pecar es porque hay voluntad. Si en el pecado hay voluntad significa que hay culpabilidad. Si hay culpabilidad, debe haber Penitencia.
La Penitencia se desarrolla en el Claustro y en ella se abordan aspectos como el bautismo, el arrepentimiento y las diferentes formas de penitencia que nos llevan finalmente a la confesión, mediante la cual obtendremos el perdón.
El visitante comienza realizando el Bautismo; “es bautizado” de una manera metafórica, ya que sobre su cuerpo caen textos relacionados con este sacramento.
A partir de aquí comienza un largo camino penitencial en el que se pueden ver obras de arte sobre la peregrinación salpicadas con otras de los Museos Vaticanos. El visitante puede confesarse para “evitar la tentación” e, incluso, puede levantar una cruz penitencial. Tras recorrer las estaciones del Vía Crucis a través de un pasillo tortuoso, se observan ejemplos de Penitencia, como ‘Los Picaos’ de San Vicente de la Sonsierra y la del Camino de Santiago, dos maneras diferentes de realizar una penitencia, porque la peregrinación también es una penitencia. Al final, unas grandes manos acogen al visitante: han aceptado su arrepentimiento.
Sala Capitular
El visitante entra en la Sala Capitular, donde se encuentran obras en diferentes soportes relacionadas con Santo Domingo de la Calzada, así como una vitrina con platería relacionada con Santo Domingo.
Área de Perdón
Etimológicamente, perdón proviene de la palabra perdonar, que, a su vez, procede de los vocablos latinos ‘per’ y ‘donare’; ‘per’ se podría traducir como ‘pasar por encima’ y ‘donare’ por ‘obsequio, don’.
El Área de Perdón comprende otra parte del Claustro. Tonos blancos y altos cortinajes evocan el efecto de la ascensión en un espacio que comienza con la Eucaristía, tratada mediante obras y textos. Una puerta deja ver por primera vez el recorrido de la exposición desde la Catedral.
El visitante se deja llevar por un juego de luces hasta llegar al final. Allí, a través de la interactividad de la tarjeta con la que ha accedido, obtendrá el perdón final y tendrá la opción de subir al “cielo”.
Si decide continuar hasta el “cielo” subirá a la azotea. Una vez arriba, podrá asistir a una proyección sobre una semiesfera, que se realizará en un espacio cerrado acondicionado para tal uso. La proyección en la cúpula consistirá en visiones celestiales y placenteras.
Tras el audiovisual, podrá optar a visitar la azotea de la Catedral y sus Defensas. Antes de terminar el recorrido, al visitante le esperará alguna sorpresa.
La salida final de este recorrido dejará al visitante en la nave central de la Catedral.
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